Días después de que circulara un video en el cual se ve a la asambleísta por Alianza País Wendy Vera revisando un catálogo digital de joyas en medio del debate por el caso de corrupción de Odebrecht, las autoridades de la Asamblea decidieron, en lugar de llamar al orden a los asambleístas por el correcto uso de bienes públicos o exigir profesionalismo durante su trabajo legislativo, impedir el ingreso de los periodistas a la entrada del salón del plenario y a las barras bajas, lugares a los que tenían acceso cámaras y periodistas desde hace décadas.

Faltando el respeto al trabajo de los periodistas la Asamblea liderada por Alianza País decidió poner un parlante con un solo micrófono para que los periodistas puedan desde allí hacer su labor limitándoles a entrevistar a un solo legislador todos los medios al mismo tiempo y si requerían de un asambleísta este solo podía ser requerido bajo escolta por los miembros del área de relaciones públicas, los único que tendrían contacto con los legisladores.

Dos horas después de tan bochornosa decisión se decidió -bajo la presión de legisladores del bloque de la Unidad por el Cambio y miembros de la prensa- que se respete el derecho de cobertura por parte de medios independientes.

Este es otro ejemplo de la política en contra de la libertad de expresión que continúa desde la época correísta.

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